Prof. Dr. Jorge Alberto S. Machado (Inicio)
Universidade de Campinas - BRASIL
(versión adaptada de parte de trabajo de investigación para la tesis doctoral Lo Global y lo Local en Brazil: la Reestructuración Neoliberal y su Impacto en las Ciudades.- 2001)
Citar:
Machado, Jorge A. S. (2001) Reflexiones sobre la Controversia acerca del
Libre Mercado: ¿Falacia o Realidad? Internet: http://www.forum-global.de/soc/bibliot/machado/controverlibremercado.htm
Nos parece conveniente exponer la controversia que permea el tema globalización
en lo que se refiere al alcance de las transformaciones económicas y
la validad de los postulados enunciados que asocian la expansión de la
economía a dimensiones globales, capitaneado por los países más
industrializados, y la alegada defensa de la dinámica del libre mercado.
Cabe destacar que, al considerar
por el comercio internacional de bienes y servicios, la pregonada afirmación
de la libre competencia del mercado global contiene distorsiones que la ponen
en jaque. El discurso del libre mercado no se materializa en la práctica:
desde un punto de vista estratégico, lo que se puede afirmar es que la
mejor política posible para un país solo puede ser la del libre
comercio mientras todos los países atiendan a sus exigencias. En la dinámica
de un mercado realmente libre estarían injustificadas las actuaciones
tendientes a empobrecer al vecino mediante el uso de aranceles y contingentes
a la importación. En la práctica ningún país está
dispuesto a desarmarse comercialmente a condición de que otros lo hagan
el mismo. En un análisis de los acuerdos y tratados internacionales referentes
al comercio internacional se ve que estos son invariablemente extrañas
mezclas de proteccionismo y de libre cambio. Es evidente que en cada negociación,
cada país intenta obtener la mayor libertad y beneficios posibles para
la exportación para sus productos, a la vez que intentan sostener o imponer
un alto grado de protección para sus mercados frente a los artículos
extranjeros.
Los ocho años de
negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT expresan los aspectos del nuevo proteccionismo
en las relaciones económicas internacionales, que demuestran ser una
tentativa de preservar los compromisos liberales que determinaron las relaciones
económicas en el mundo desarrollado post Segunda Guerra Mundial. En un
sentido realista, según Higgott (1996: 40), la propuesta principal del
GATT, y de la sucesora OMC - el desarrollo del multilateralismo - resulta "poco
atractiva para los grandes actores globales, indiferente de la retórica,
en la era del cambio de la estructura global donde la prioridad es recuperar
la autonomía política de cara a los cambios en el sistema internacional"
.
Las dificultades de la tercera
Cumbre Ministerial de la de la OMC, realizada en Seattle, en los Estados Unidos,
en noviembre de 1999, con la participación de 134 países miembros
ilustran bien la dificultad de se eliminar las trabas para se construir un mercado
libre. Esta cumbre tenía como objetivo principal la apertura de una nueva
ronda de negociaciones que llevaría el nombre de Ronda del Milenio. Sin
embargo, los intereses de facilitar el libre cambio y buscar entendimientos
para la integración de los mercados chocaron con el proteccionismo de
los países centrales y de los bloques comerciales. Hubo razones diversas
para el fracaso de la cumbre. Tres puntos dividieron las principales fuerzas
negociadoras, Estados Unidos, Unión Europea y el bloque de los países
en desarrollo. Los Estados Unidos defendían, con el apoyo del grupo Cairns
(formado por los países en desarrollo), la eliminación de los
subsidios agrícolas, mientras que los países de la U.E. mantenían
una posición de firme rechazo a esta propuesta; resistiendo a la presión
de los otros países, los Estados Unidos rechazaron cualquiera posibilidad
de modificar su mayor instrumento de su proteccionismo, la legislación
antidumping; los países desarrollados defendieron también que
la OMC debería establecer reglas sobre el mercado laboral, lo que encontró
posiciones contra en los países en desarrollo. Ese rotundo fracaso ha
proporcionado razones de sobra para los que critican las dos caras de esta cuestión.
Las prácticas proteccionistas
adoptadas por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón contradicen
el discurso de la liberación del mercado, siendo notoriamente contradictorias
a las posibilidades teóricas de la constitución de un sistema
competitivo global. Para Walts (1999), el fuerte proteccionismo practicado por
los Estados Unidos significa una reacción de reconocimiento del gobierno
local de que la competitividad agresiva recíproca entre los mercados
conlleva riesgos para una liberación del sistema de comercio, por lo
tanto, esto no sería una política ilegítima para un Estado
soberano. La corriente política comercial norteamericana, bien como las
de la Unión Europea y Japón, son una evidencia continua del valor
específico histórico "flexible" que los gobiernos locales
adoptan en beneficio del libre mercado. Es decir, el proceso de eliminación
de trabas para el libre-mercado está todavía condicionado a los
intereses de los actores-Estado y la fuerza que tienen para defender sus propios
intereses en el escenario internacional.
La consecución de prácticas económicas proteccionistas, además del efecto distorsionador en el libre mercado, resultan sin duda también favorables al desarrollo de las economías más sólidas y estables del Norte, por su poder de trueco político mayor, facilitando así la persecución de sus intereses en los planos regional y global.
* * *
Otra cuestionamiento acerca
de la globalización es la dimensión en lo que se refiere al volumen
del comercio exterior. Hay perspectivas divergentes sobre el asunto y los números
propician variadas interpretaciones, dependiendo del referencial que se lo utiliza.
Aunque haya crecido en valores absolutos, el incremento de las importaciones
y exportaciones de mercancías y servicios, pierde un poco de significado
si es evaluado de forma proporcional a los PIBs de los países. La participación
del comercio exterior de los Estados Unidos en su PIB rondaba un 5% en 1960,
hoy está alrededor de 10% del PIB (Walts, 1999; Martín: 1999).
Este crecimiento puede parecer expresivo en un primer momento, sin embargo,
en vista de los porcentajes registrados en principio del siglo XX, son números
que todavía desacreditan las afirmaciones más eufóricas.
De acuerdo con Walts (1999: 695), actualmente las exportaciones generales del
mundo corresponden cerca del doble de 1967 - un 9,5% -, pero asimismo inferiores
al 20,5% equivalentes al año de 1900. Según Martín, el
actual porcentaje del PIB estadounidense relativo al comercio exterior, de la
misma forma que la evolución del mismo indicador en las economías
de Japón y Unión Europea, no autoriza a hablar, de hecho, de una
mundialización de la economía (1999: 29).
Estudios realizados por Hirst y Thompson (1996) demuestran que la internacionalización del comercio y la movilidad internacional del capital productivo (inversiones directas) no son fenómenos nuevos como sostienen diversas tesis de globalización económica.
En realidad el porcentaje
del valor de todas las exportaciones e importaciones sobre el PIB del mundo
aumentó de modo más espectacular durante el período comprendido
de 1950 hasta 1979 que en el período de los años 1980-1989, tanto
en los países desarrollados como en los que están en vías
de desarrollo. Hirst y Thompson resaltan también que la internacionalización
del proceso productivo y del capital productivo ha sido siempre una característica
del proceso de producción capitalista, no siendo, por esto, una novedad
en absoluto.
Basado en semejantes datos
estadísticos, Giddens rechaza estos argumentos. Él interpreta
que el crecimiento del comercio exterior, desde los años 50 - por lo
tanto, de la época de posguerra, hasta el fin del predominio del Estado
del bienestar keynesiano(1) - presenta otras características, pues desde
entonces se pudo comercializar una gama mucho mayor de bienes y formas de servicio
que en el siglo anterior (Giddens, 1999: 41-42).
Para Walts (1999), la globalización se muestra que no es global, sino limitada a los países del Norte(2) . Según él, en 1991, 81% de las inversiones directas extranjeras en el mundo de acciones provienen de los países del Norte, principalmente de los Estados Unidos, seguidos por Gran Bretaña, Alemania y Canadá. La concentración ha crecido más de 12 puntos porcentuales desde el año de 1967.
Sobre esta controversia,
un primer punto a ser destacado es respecto a la validez práctica del
discurso del libre mercado. Lo que se mostró ser efectivo e incuestionable
en términos de libertad de circulación y movilidad se refiere
a los capitales financieros, sobre todo los del tipo especulativo. Y esto es
prácticamente consensual entre los diversos autores. Al contrario de
los flujos de capitales, el comercio de bienes y servicios (no-financieros)
internacional todavía encuentra trabas a su flujo. La liberación
de los mercados encuentra un límite. Este límite está asociado
a la capacidad de cada país defender sus intereses, implementado las
políticas restrictivas que juzgue necesarias y use el poder de trueque
que tiene para conquistar nuevos mercados.
Un segundo punto, se refiere
a la crítica basada en una supuesta mitificación de la actual
globalización respecto a las dimensiones del mismo proceso: pese a que
la proporción del comercio transnacional no haya superado los récords
del inicio del siglo, el incremento del volumen de exportaciones en las últimas
dos décadas es incuestionable, alcanzando una extraordinaria - e incomparable
con otros períodos - dimensión global. Antes de juzgar la globalización
únicamente en términos de proporciones del comercio exterior en
el PIB de los países, debe ser considerado también el peso que
tienen los mercados domésticos de Estados Unidos, Unión Europea
y Japón donde, donde se realizan más de la mitad del PIB global.
Vistas las particularidades de la economía internacional actual, la asimetría existente en las relaciones económicas globales y considerando los diferentes contextos históricos a que se refieren estas comparaciones, es bastante improbable que se pueda llegar a un juicio unánime con respecto a esto. Sin embargo, la paradoja liberación de los agentes económicos versus proteccionismo se asienta sobre un escenario muy movedizo de grande presión de los países en desarrollos - una vez que estos ya hicieron la "lección de casa", con la amplia apertura económica de los noventa - que ven como legítima la reivindicación de integrarse a los mercados globales de hecho - y esto parece ser incuestionable - y, sobre todo, tener acceso a las grandes economías nacionales y regionales (caso de la U.E.) de los países hegemónicos. La contradicción mayor para los países más industrializados sería la de no llevar a cabo las reformas que ellos mismos impulsaron, según los paradigmas hegemónicos del neoliberalismo.
Notas
(1) Cabe destacar un gran
fallo en las interpretaciones de Giddens en sus obras relacionadas al asunto.
Este autor presenta un perspectiva sino eurocentrista, por lo menos demasiado
centrada en la realidad de los países desarrollados. Él parece
ignorar temas como las desigualdades y asimetrías estructurales del actual
sistema mundial, las contradicciones de las relación Norte-Sur o los
problemas del subdesarrollo que se agudizan bajo la dinámica del libre-mercado.
En este caso en concreto, cabe decir que el Walfare State es peculiar a los
países del Centro-Norte de Europa, no siendo, por lo tanto, un ejemplo
que se pueda extender para los demás países del mundo (N. del
A.).
(2) "Globalization
is not global but mainly limited to northern latitudes (...) an 1991, 81% of
the world stock of foreign direct investment was in high wage countries of north:
mainly the United States, followed by United Kingdom, Germany and Canada. (...)
The concentration has grown by 12 points since 1967" (Hirst and Thompson,
1996: 72, cf. Walts, 1999: 695).
Bibligrafía
Giddens, Anthony (1999) La Tercera Vía - La Renovación de la Socialdemocracia, Taurus, Madrid.
Higgot, Richard (1996) Beyond Embedded Liberalism: Governing the International Trade Regime in an Era of Economic Nationalism, in Globalization and Public Policy, Philip Gummett (org.), Edward Elgar Publishing Co., Cheltenhan/Vermont, pp. 18-45.
Hirst, Paul; Thompson (1996) Globalization in Question, Blakwell Publishers, Cambridge.
Martín Seco, Juan Francisco (1999) Norte y Sur: Las Dos Caras de la Globalización, in La Globalización y sus Excluidos, Foro Ignacio Ellacuría (orgs.), ed. Verbo Divino, Estella (Navarra), pp. 15-50.
Walts, Kenneth (1999) Globalization and Governance, in PS: Political Science and Politics, december, vol XXXII/n. 4, pp. 693-700.